miércoles, 10 de diciembre de 2014

Un nuevo meteorito reabre el debate.

Siempre nos hemos preguntado si hay o hubo vida en Marte. El análisis de un nuevo meteorito procedente de Marte  ha vuelto a plantear el debate. Un equipo internacional ha presentado un estudio en el que se demuestra que la vida marciana es mucho más probable de lo que se creía.

[Img #23913]El suizo Philippe Gillet y científicos de instituciones de China, Japón y Alemania, llevaron a cabo un detallado análisis de este meteorito después de que un asteroide chocase contra su superficie, el meteorito, llamado Tissint, cayó en el desierto marroquí el 18 de julio de 2011. Tras ser examinado, la roca extraterrestre resultó tener pequeñas fisuras que estaban llenas con un material que contenía carbono.
Al principio se planteó que el origen del carbono era terrestre (es decir, que se trate de una contaminación producida después de que el meteorito cayera en Marruecos) queda completamente descartado debido a la diferencia de las dos proporciones de carbono en los diferentes planetas.
También algunas investigaciones previas  que sugieren que el carbono pudo originarse durante la cristalización, a muy altas temperaturas, del magma.
También plantearon que toda esa materia orgánica podría haber sido llevada a Marte por otros meteoritos que se estrellaron contra su superficie en el pasado. pero es poco probable, dada la escasa concentración de materia orgánica encontrada en otros meteoritos del mismo tipo.


Fotografía facilitada por la NASA del planeta Marte.Más firmemente apoyan que se depositó en las fisuras de la roca cuando ésta aún estaba en Marte, por medio de la filtración de líquidos que eran ricos en materia orgánica. Esta conclusión está apoyada por varias propiedades intrínsecas de carbono del meteorito, por ejemplo, su proporción de carbono-13 a carbono-12. Esta resultó ser significativamente menor que la proporción de carbono-13 en el CO2 de la atmósfera de Marte.
Por otra parte, la diferencia entre estas proporciones se corresponde perfectamente con lo que se observa en la Tierra entre un trozo de carbón (de origen biológico) y el carbono en la atmósfera. 

Nuria Pérez Cediel.

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