Solo uno de cada cinco niños sobrevivía al cáncer hace 50
años y en la actualidad más del 80% logra vencer la enfermedad, debido no solo
a la mejora de las terapias, sino también al refinamiento de las mismas que
reducen los efectos secundarios, en muchos casos mortales para estos pacientes.
El autor principal del estudio, el oncólogo infantil del
Hospital de Investigación St Jude de Chicago Gregory T. Armstrong, ha expuesto
un análisis de 34.000 casos a partir de los cuales se notó una mejora en la
tasa de mortalidad lograda.
A los 15 años del diagnóstico, la tasa de mortalidad se
redujo de un 12,4% a un 6% por los avances en el cuidado de los menores
enfermos.
Esas modificaciones disminuyeron el riesgo de mortalidad
causada por los efectos posteriores del tratamiento oncológico pediátrico, así
como la de nuevos brotes o enfermedades cardíacas o pulmonares.
"La modernización de la terapia oncológica
probablemente ha sido el factor más importante en el aumento de la longevidad,
pero también lo ha sido el diagnóstico, detección precoz y tratamiento de
efectos posteriores, entre ellos la aparición de nuevos tipos de cáncer y de
patologías cardíacas", dha dicho Armstrong.
No obstante, ha advertido de que aún con la mejora y
modernización de la terapia esos niños sobreviven con el riesgo de morir por
efectos posteriores de esas dolencias cardíacas o de un cáncer secundario.
"Ahora no solo ayudamos a los niños a sobrevivir el
cáncer primario, sino que también hemos extendido su supervivencia al reducir
la toxicidad general del tratamiento", ha detallado el oncólogo.
Además de los efectos secundarios, otro de los problemas que
intervienen en la lucha contra el cáncer infantil es que la mayoría de los
nuevos fármacos que han desembarcado para tratar a los adultos no han llegado a
los niños. Por ello, el coordinador de la Unidad de Ensayos Clínicos CNIO
Hospital Niño Jesús de Madrid lleva a
cabo un ensayo clínico internacional sobre un inhibidor del gen ALK en pacientes
oncológicos pediátricos, ha apuntado la necesidad de trabajar en esta cuestión.
Una paradoja es que los niños y los adultos no tienen los
mismos tipos de cáncer, pero sí a veces las mismas alteraciones genéticas, y se
creía que solo se podían desarrollar los medicamentos pediátricos si había un
cáncer parecido en adultos, lo que "dejaba muchos medicamentos en el
camino, en cambio ahora sabemos que hay inhibidores desarrollados para cánceres
de adultos que funcionan en los de los niños que tienen distintos tumores, pero
las mismas alteraciones.”
Andrea Fernández Ruiz
Fuente: http://www.rtve.es/noticias/20150531/estudio-revela-gran-avance-para-reducir-tasa-mortalidad-cancer-infantil/1154280.shtml
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