Astrónomos de la Universidad de Alicante, del Centro
de Astrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CAB-CSIC)
y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han detectado dos gigantescas
estrellas que se encuentran muy próximas entre sí en la constelación de la
Jirafa, tanto que acabarán formando un único y colosal objeto de más de 60 masas
solares. Las observaciones, realizadas dan la razón a las teorías que
sugieren que las estrellas más intensas se forman por la fusión de otras más
pequeñas.
El sistema observado por los astrónomos es la
binaria eclipsante MY Camelopardalis (MY Cam), se llama así porque está formada
por dos estrellas que, observadas desde la Tierra, sufren eclipses y pasadas
mutuas para conseguir su plano orbital orientado hacia nuestro planeta.
Los investigadores concluyen que MY Cam es la
binaria más intensa observada cuyas componentes, dos estrellas de tipo
espectral O (de color azul, muy calientes y luminosas), de 38 y 32 veces la
masa del Sol, están todavía en la serie principal y se encuentran muy próximas
entre sí, con un periodo orbital de menos de 1,2 días, es decir, el periodo
orbital más corto en este tipo de estrellas.
La binaria se formó
prácticamente como se encuentra ahora, lo que significa que las estrellas estaban ya casi en contacto en el momento en que se
formaron. Los científicos creen que las dos estrellas acabarán por
fusionarse en un único objeto antes de que ninguna de ellas tenga tiempo de
evolucionar significativamente.
Las estrellas como
puede ser el Sol nos pueden parecer las más comunes pero no es así, la mayor
parte de las estrellas pasan su vida amarradas por la fuerza de la gravedad a
una estrella compañera formando lo que se llama un sistema binario o incluso a
varias (sistema múltiple). En particular, las estrellas mucho más masivas que
el Sol, las que contienen una masa equivalente a la de muchos soles, tienden a
aparecer siempre en compañía.
Un ejemplo
particularmente notable es, precisamente, MY Camelopardalis. Para su estudio
los astrofísicos obtuvieron un gran número de espectros o visualizaciones del
sistema con el espectrógrafo FOCES, que operó durante muchos años con un telescopio
de 2,2 m del Observatorio de Calar Alto. Usando el efecto Doppler, estos
espectros permiten medir las velocidades con las que se desplazan las estrellas
en sus órbitas. Además, mediante un análisis detallado de las características
de los espectros, los astrofísicos pueden determinar las propiedades
fundamentales de las estrellas, como su temperatura superficial, su tamaño...
Para completar su trabajo, algunos astrónomos aficionados que midieron los
cambios en la cantidad de luz que nos llega desde el sistema a lo largo de la
órbita, lo que se denomina la “curva de luz del sistema.”
Andrea Fernández Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario